La fluoxetina se usa para tratar la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), la bulimia nerviosa, el trastorno disfórico premenstrual (TDPM) y el trastorno de pánico. También se usa junto con olanzapina para tratar la depresión que forma parte del trastorno bipolar y la depresión resistente al tratamiento en pacientes que recibieron al menos 2 tratamientos previos pero que no funcionaron bien.

La fluoxetina es un antidepresivo y pertenece a un grupo de medicamentos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Este medicamento actúa aumentando la actividad de una sustancia química llamada serotonina en el cerebro.